Cada día, la producción de objetos plásticos como vasos, botellas y bolsas aumenta. Una vez que decidimos deshacernos de estos artículos, existen diversos caminos que pueden seguir: algunos terminan en vertederos, otros son sometidos a incineración, mientras que unos pocos logran ser reciclados. Sin embargo, el destino de estos desechos puede tomar un giro inesperado, la fuerza del viento y las precipitaciones pueden transportarlos hacia el mar. De esta manera, tristemente, encuentran su camino hacia ríos y cursos de agua, infiltrándose incluso en el sistema de alcantarillado de la ciudad. Una vez dentro de este complejo laberinto, a menos que sean interceptados previamente, su rumbo invariablemente termina llevándolos al mar, sin importar qué tan alejados estemos de la costa, la influencia del sistema fluvial culmina con su llegada a las aguas oceánicas.
Baja tasa de reciclaje en Chile: ¿Dónde termina el plástico?
De acuerdo con cifras entregadas por Greenpeace, solo el 9.6% del consumo total de plástico en Chile se recicla, lo que subraya una problemática a nivel nacional en cuanto a la gestión sostenible de los residuos. La pregunta que surge es: ¿Dónde terminan estos desechos que usamos en nuestra vida diaria?
Impacto en el medio ambiente: vertederos y ecosistemas marinos en riesgo
Desafortunadamente, gran parte de los plásticos desechados acaban en vertederos o en ecosistemas. El 79% de los plásticos arrojados a la basura ha encontrado su camino hacia estos destinos poco deseables. Uno de los ecosistemas más afectados es el mar. Aunque los plásticos en la superficie marina son visibles, constituyen menos del 15% del total de plásticos en los océanos.
El impacto es aún más profundo de lo que imaginamos: investigaciones han revelado la presencia de plásticos a profundidades de más de 10.000 metros, lo que evidencia el alcance de este problema. La degradación de los objetos plásticos en el medio marino puede tardar desde décadas hasta cientos de años, perpetuando la amenaza para la vida marina y el ecosistema.
Impacto en la fauna marina y salud humana
La cifra es escalofriante: cada año, más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren como resultado de la contaminación plástica en el mar. Sin embargo, esta crisis también afecta a los seres humanos. La contaminación plástica se ha convertido en una amenaza para la salud, ya que estos desechos liberan sustancias químicas que envenenan nuestro cuerpo a través del aire, el agua y los alimentos.
Incluso cuando no somos conscientes de ello, ingerimos micro plásticos de manera constante. Semanalmente, la cantidad de este material que entra a nuestro cuerpo equivale al tamaño de una tarjeta de crédito. Estos diminutos fragmentos de plástico transportan consigo sustancias químicas dañinas que pueden tener efectos negativos en nuestra biología.
Rodolfo Tapia, socio fundador de Verdical, explica que desde la empresa trabajan para atacar estas problemáticas desde la acción de las personas “cuando nosotros comprendemos algún concepto somos más hábiles y podemos hacer acciones más informadas respecto a alguna de las grandes problemáticas de nuestro entorno y de nuestro futuro, como puede ser el de los desechos de plástico”.
En este sentido, agrega que “para nosotros es relevante hacer el cambio de óptica con las personas y dar a entender que este es un material que por sí mismo no es dañino, sino que es quizás nuestra conducta de uso y de consumo la problemática”.
¿Qué se está haciendo en Chile?
El 3 de agosto del 2019 se promulgó la Ley 21.100 conocida como Chao Bolsas Plásticas. Dos años después terminó su implementación gradual, la que comenzó primero con los supermercados y grandes tiendas, para luego abarcar también las pymes, ferias libres y almacenes de barrio.
Por otra parte, el 13 de febrero del 2022 entró en vigor la primera etapa de la Ley 21.368, que regula la entrega de plásticos de un solo uso y las botellas plásticas. Durante su primera etapa de implementación, esta ley prohibió a los locales de comida entregar cualquier artículo de plástico y plumavit de un solo uso. A principio del mes pasado, los supermercados, botillería y almacenes están obligados a vender y recibir botellas retornables.
En un año más, se completa la implementación gradual de esta ley por lo que todos los locales de comida tendrán prohibido entregar productos no reutilizables y los utensilios de delivery solo podrán ser de plástico elaborado a partir de cursos renovales y que puedan ser compostados.
El 17 de mayo de 2016 marcó un hito importante con la promulgación de la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Esta ley, en su núcleo, estableció la obligación para los fabricantes e importadores de seis productos prioritarios de asumir la responsabilidad de reciclar un porcentaje de estos productos una vez que llegan al final de su ciclo de uso y se convierten en residuos.
Tomando acción: consumo responsable y llamado a la acción gubernamental
Rodolfo, indica que “lo que pasa con el plástico y con muchos otros materiales que mandamos a la basura, es que no son basura y que podemos sacarlos de ahí, no tienen que llegar a los vertederos y luego al mar, si es que nosotros comprendemos que no es un desecho sino que es un material que podría ponerse en uso de otras maneras creativas, como por ejemplo un macetero, un jardín vertical con botellas, un eco ladrillo, así estaríamos ocupando esas características que consideramos negativas de una manera distinta”.
Bajo esta misma idea, la lucha contra la crisis del plástico está al alcance de todos. Aquí te presentamos algunas ideas para practicar el consumo responsable de plástico:
- Reutiliza botellas de plástico.
- Lleva tus propias bolsas al hacer compras.
- Opta por utensilios de cocina de madera o acero.
- Evita los productos desechables.
- Aprende cómo utilizar correctamente el contenedor amarillo.
Aunque estas acciones individuales son esenciales, es necesario un esfuerzo colectivo para abordar esta crisis. Es por esto, que necesitamos que los gobiernos y a las autoridades se unan para tomar medidas concretas, tales como:
- Implementar prohibiciones sobre los productos y materiales plásticos más perjudiciales.
- Fomentar el diseño circular de productos para promover la reutilización y el reciclaje.
- Establecer reglas a nivel global para la recolección y gestión de residuos.
Solo a través de una combinación de acciones individuales y políticas públicas efectivas podremos enfrentar y superar la crisis del plástico, protegiendo así nuestros ecosistemas, la fauna marina y la salud humana.